domingo, 26 de febrero de 2012

Focos de auscultación y síndromes pleurales

Existen 6 focos de auscultación principales para la región precordial:

1-Foco mitral
Corresponde al área apexiana; es donde mejor se escuchan los ruidos generados en el aparato valvular mitral, no debido a su proximidad sino al mayor contacto del ventrículo izquierdo con la pared costal, cámara por donde se propagan.

2- Foco tricuspídeo
Corresponde a la proyección de los fenómenos acústicos de la tricúspide por el ventrículo derecho a la porción inferior del esternón.

3- Foco aórtico
corresponde a la zona donde se proyectan los ruidos valvulares aórticos a la porción suprasigmoidea de la arteria, sobre el segundo espacio intercostal, margen derecha del esternón.

4- Foco aórtico accesorio
Ubicado en el tercer espacio intercostal, margen izquierdo del esternón, se corresponde con la proyección hacia el ventrículo de los fenómenos acústicos valvares aórticos, en especial los dependientes de la regurgitación valvular.

5- Foco pulmonar
Localizado en el segundo espacio intercostal, margen izquierdo del esternón, donde se perciben mejor los ruidos de la válvula pulmonar.

6- Foco mesocárdico
Corresponde a los espacios intercostales tercero y cuarto sobre el cuerpo esternal y áreas vecinas. Se recogen mejor los fenómenos auscultatorios dependientes de la alteración del septum interventricular y de ambos tractos de salida ventricular.

Síndromes pleurales



Neumotórax
Es la presencia de aire entre ambas hojas pleurales, o que transforma su cavidad virtual en una real, ocupada por el aire. este ingresa por una solución  de continuidad de la pleura y su presencia permite el colapso parcial o total del parénquima pulmonar por efecto de su elasticidad.

Hemotórax
Es la presencia de sangre en el espacio pleural con un hematocrito del 50 % del de la sangre periférica. La mayoría de las veces es de origen traumático, aunque puede ser secundario a un trastorno hematológico. los derrames pleurales de la neoplasia y de las embolias pulmonares pueden ser sanguinolentos, pero no constituyen hemotórax.

Quilotórax
Es un derrame pleural por filtración de linfa del conducto torácico dentro del espacio pleural, y en el 5o % de los casos se debe a su lesión traumatica. Los restantes son de etiología tumoral maligna; en espacial linfomas o metástasis mediastínicas de carcinoma broncogénico.

Empiema
Es el derrame pleural purulento. Puede ser loculado. El pH es bajo. Leucocitos a predominio polimorfonuclear o linfocitario. Por examen microbiológico directo con tincion de Gram pueden identificarse gérmenes.

Fuentes bibliográficas:
Propedeutica clinica y semiologia medica, Llanio Navarro, Páginas: 490 y 492
Semiología médica. Fisiopatología, semiotecnia y propedéutica, Horacio A. Argente & Marcelo E. Alvarez, Páginas:373-374,590,595-596



Examen de mama

La exploración  de la mama constituye una parte fundamental del examen físico. Principalmente porque permite descubrir el cáncer de mama en etapas tempranas de su desarrollo, y este a su vez, representa la neoplasia más común en el sexo femenino, lo cual ha llevado a considerar pertinente la realización de exámenes periódicos de este órgano al menos una vez al año para aquellas mujeres que han alcanzado los 30 años edad, mientras que, para los grupos alto de riesgo se recomienda realizar este examen cada  4 o 6 meses.
A este grupo de alto riesgo pertenecen mujeres con los siguientes antecedentes:

  1. Cáncer extirpado previamente de la otra mama.
  2. Historia familiar de cáncer.
  3. Nódulos de la mama recurrentes que en la biopsia muestran adenosis notable a nivel microscópico.
  4. Mujeres jóvenes que consumen fármacos anticonceptivos por vía oral, que presentan nódulos recurrentes de mama.



Las mamas de la mujer normal se caracterizan por presentar volúmenes, formas y consistencias variables. Sin embargo, generalmente sus bordes están claramente definidos, por lo que, prácticamente toda la estructura puede ser desplazada libremente deslizándola sobre la pared torácica. Durante algunas etapas de la vida de la mujer, como después del embarazo y lactancia, la mama sufre cambios involutivos donde presenta perdida de la definición de sus bordes y una consistencia irregular. En cuanto a la cantidad de grasa esta varia de acuerdo al habito general. En  la persona obesa, suele ser voluminosa, mientras que, en la persona delgada suele ser pequeña.
Además de los cambios que sufre la mama con la edad, esta también sufre modificaciones cíclicas que acompañan la menstruación como la hiperplasia epitelial, que posteriormente involuciona a una fibrosis que puede descubrirse durante el examen físico como una zona de consistencia granulomatosa mal definida, cambios similares se aprecian en cuadros clínicos como la mastitis quística crónica.
Si la mama de la mujer normal se explora con el pulgar y el índice, casi siempre se percibe una sensación de nudosidad. Por otra parte, si la mama se aplica contra la pared torácica con la palma de la mano, estando la paciente en decúbito supino, esta sensación desaparece. Un nódulo bien separado que puede reconocerse netamente al comprimir la mama en esta forma ha de considerarse tumoral, a menos que su naturaleza haya sido esclarecida mediante un examen histologico.
Aunque una paciente no se queje de  molestias mamarias, siempre es necesario llevar a cabo en ella un examen detallado sistemático.




Inspección

Se realiza con la paciente sentada con su tórax y abdomen desnudos hasta la cintura. Para que de esa manera puedan observarse tanto el volumen como la simetría de las mamas. También hay que comprobar la presencia o ausencia de cambios de la coloración en la piel, ulceraciones, hoyuelos en la piel, edema, deformación o retracción de los pezones. Hay que solicitarle a la paciente que levante y baje lentamente sus brazo y en el curso de esta maniobra el observador tiene que vigilar si existe fijación de la piel de los pezones, desplazamiento de la posición relativa de los mismos o deformación de las mamas por masas fijas. También pueden inspeccionarse las axilas investigando la presencia de ganglios linfáticos hipertróficos o infecciones superficiales.

Maniobra de contracción de pectorales:
Consiste en inspeccionar a la paciente mientras se encuentra sentada, pero con los brazos descansando sobre las caderas. La paciente procede entonces a apretar sus manos contra sus caderas, para así contraer los músculos pectorales. Si una mama se encuentra afectada por cáncer, la mama que se encuentra normal se eleva, mientras que, las áreas con depresiones o fijaciones por la neoplasia se hacen evidentes.



Palpación

Se realiza con la paciente sentada para obtener la mejor valoración de las regiones supraclavicular y axilar. Debe palparse la región supraclavicular con especial atención utilizando la punta de los dedos, mientras la paciente tiene ambos brazos caídos. Es recomendable repetir esta parte del examen ubicándose por detrás de la paciente, como se hace en el examen de la nuca. Los músculos pectorales de la enferma deben estar relajados para poder palpar correctamente la axila, esto a su vez se logra manteniendo el brazo con una mano mientras se explora la axila con las puntas de os dedos de la otra. Los pliegues axilares anterior y posterior también pueden palparse en la misma posición.

Después la paciente se coloca en decúbito supino, con los miembros elevados con una pequeña almohada. Se realiza la palpación manteniendo la palma de la mano y la cara palmar de los dedos paralelos a contorno de la mama. Debe palparse primero la mama teniendo la paciente el brazo relajado a un lado y luego con el brazo encima de su cabeza. Masajeando el órgano entre los dedos para percibir la consistencia general, sin embargo con esta maniobra es posible descubrir pequeñas masas. Por lo que, quizás resulte necesario que el examinador utilice ambas manos si las mamas son voluminosas y gruesas.












Valoración de una masa o  nódulo en la mama
Cuando se localiza una lesión en el curso del examen  de mama es necesario describir los siguientes aspectos de dicha lesión:

1- Localización
Se debe especificar la ubicación de la lesión de acuerdo al cuadrante de la mama en el cual se halla situada.

2- Número de lesiones
Los nódulos multiples harían sospechar una posible enfermedad quística o fibroadenosis benigna, mientras que un nodulo aislado probablemente sea de origen neoplásico, por muy benigno que parezca a la palpación.

3-Sensibilidad y consistencia de la masa
Una lesión hipersensible a la presión hace sospechar un proceso inflamatorio o quístico, mientras que, un nódulo duro e indoloro es característico del cáncer.

4- Grado de fijación a la pared torácica
La excesiva fijación de una lesión a dicha pared suele indicar la posible presencia de un carcinoma avanzado, mientras que, la movilidad de una lesión se comprueba tomando la mama entre la manos y moviendola con cuidado sobre la pared torácica.

5- Existencia de hoyuelos en la piel
Cuando el cáncer logra infiltrar el tejido mamario produce acortamiento de las fibras conjuntivas que unen la piel al órgano, esto tiene como consecuencia la retracción de la piel ubicada por encima del tumor. Algunas veces puede manifiestarse únicamente ejerciendo una ligera compresión del tejido mamario entre los dedos pulgar e índice de ambas manos o por contracción de los músculos pectorales.

6- Presencia de retracción o desplazamiento del pezón
Tanto la necrosis traumatica de la grasa como el carcinoma tienen tendencia a producir deviación o retracción del pezón, aunque la inversión del pezón es normal en algunas mujeres.

7- Existencia de ganglios axilares o supraclaviculares infartados
Hay que tener un especial cuidado al palpar por debajo del borde del músculo pectoral mayor y en el vértice de la axila, ya que los ganglios neoplásicos presenta una dureza característica, a veces incluso pétrea, pero cualquier hipertrofia ganglionar también puede deberse a un carcinoma.

8- Aspecto de la lesión en xeroradiografía o mamografía
El aspecto radiográfico del tejido blando complementan y suplementan la exploración física, pero nunca excluye al cáncer, ni eliminan la necesidad de realizar una biopsia. Un mamogra\ma negaticvo combinado con una exploración física normal es muy tranquilizador por ejemplo en una paciente con nódulos de la mama recurrentes o des[pues de mastectomía por cáncer de la otra mama.



Hemorragia a nivel del pezón
Aunque la hemorragia del pezón es sintoima poco común siempre debe alarmar, porque suele tenerse la idea de que la sangre esta relacionada con la presencia de un carcinoma. De hecho, se presenta con igual frecuencia en las lesiones benignas y malignas. Las lesiones que mas frecuentemente se observan en relación con una perdida sanguínea a nivel del pezón son papiloma, mastitis quística crónica y  cáncer. El examen de la mama puede aclarar inmediatamente el problema. Si se halla una masa única en caso de hemorragia, debe sospecharse con mucha probabilidad el carcinoma. En el diagnóstico de enfermedad quística crónica, es probable palpar una nudosidad irregular difusa por toda la mama. La biopsia resulta ser imprescindible para el diagnóstico diferencial.

Si en la mama no hay ninguna masa, el estudio cuidadoso de pezón puede descubrir un conducto dilatado que nos indique el cuadrante del cual proviene la sangre, si no se observa ningún conducto dilatado, ejerciendo con todo cuidado movimientos adecuados para vaciar la mama exprimiéndola hacia el pezón a veces puede obtenerse secreción y localizar de esa manera el conducto afectado.
En algunas ocasiones la paciente puede describir el punto exacto del pezón por donde la sangre salió. Una vez localizado, la palpación cuidadosa de la zona correspondiente puede descubrir un cordon duro que se extiende en sentido radial desde el pezón, indicando la presencia de un papiloma blando.
En ocasiones se comprueba que la hemorragia proviene de mas de un conducto. En tales circunstancias, si no puede percibirse una lesión palpable en la mama, ni descubrirse por transiluminacion es muy poco probable que el fujo provenga de un cáncer.
Debe llevarse a cabo estudio citológico de la excreción. La secreción se recoge en un portaobjetos e inmediatamente se coloca en fijador. La salida de sangre por el pezón cuando no hay lesión palpable es más sugestiva de cáncer en mujeres de mas de 60 años de edad y la mamografía puede demostrar una lesión.



Lesiones importantes de la mama

1-Cáncer de mama
Cualquier nódulo palpable de la mama puede ser un carcinoma. el diagnóstico precoz debe efectuarse descubriendo nódulos pequeños, muchas veces perfectamente móviles, [por biopsia hay que determinar su carácter histologico exacto. en general, los nódulos cancerosos tienden a ser mas firmes y duros que las lesiones quísticas o inflamatorias, y no causan dolor.

Los signos físicos característicos del carcinoma de mama solo aparecen cuando la lesión ya lleva cierto tiempo de evolución. el carcinoma endurece y acorta los tabiques fibrosos de la mama y a medida que se desarrolla, produce hoyuelos en la piel que lo recubre. Más tarde, puede dificultar el flujo de linfa y producir engrosamiento correoso de la piel; condición denominada piel de naranja. También suele presentar retracción del pezón. Si la neoplasia logra invadir el sistema de conductos, se observa flujo purulento o sanguinolento a nivel de los pezones, lo cual es particularmente característico del carcinoma intercanalicular.

Esta lesión suele ser insensible a la presión, siempre y cuando el cáncer no sea inflamatorio. los ganglios pétreos de localización axilo-supraclavicular son indicadores de desarrollo avanzado del cáncer mamario.

2-Cáncer inflamatorio
Son lesiones que simulan procesos inflamatorios. Presentar dolor, fiebre acompañadas de hipersensibilidad que sugieren abceso. en ocasiones, el borde del tumor puede ser muy rojizo, sensible y sobresaliente. Esta variante del cáncer mamario es más frecuente en mujeres premenopausicas, puede aparecer durante la gestación y es de pronostico grave. Ya que no se recomienda su tratamiento quirúrgico, ni responde a radioterapia, quimioterapia, ni manipulación hormonal con éxito.

3- Papiloma intracanalicular
El signo característico de esta lesión es la aparición de sangre en el pezón, lo cual permite a su vez mediante un examen cuidadoso identificar cual es el conducto dilatado mediante la compresión del área en la palpación. Luego de identificar el conducto dañado, la palpación de la zona vecina permite demostrar la presencia de un pequeño tumor o de un cordón delgado que se extiende en sentido radial por el tejido mamario.


4- Enfermedad de Paget de la mama
Esta patología se manifiesta como una excoriación roja granulosa del pezón, que sangra fácilmente al ser tocada. En otros casos afecta la areola completa. Percibiéndose un cordón fibroso que se extiende en la profundidad desde el pezón por el tejido mamario, también se acompaña de carcinoma subyacente, que puede descubrirse mediante la palpación o la mamografía.

5- Carcinoma de mama en mujer embarazada
Durante la gestación la mama se muestra ingurgitada y engrosada debido a la proliferación anterior al parto del sistema lobuloalveolar. Cuando se inicia la lactancia, la leche es vertida de manera apocrina por la células alveolares. dichos cambios anatomofisiológicos dificultan la detección de masas en el tejido mamario mediante examen físico. Sin embargo si es detectado, debe recibir el mismo tratamiento que en la mujer no gestante.


6- Fibroadenoma de la mama
Se presenta como un tumor duro en la mama de una mujer joven, de forma lobular y móvil e indoloro.

7- Fibroadenoma juvenil de la mama
Son tumores solitarios, de mayor tamaño que sus  homólogos de la adultez. De consistencia firme y movible, envuelto por una capsula e inadherido a la piel. Se presenta habitualmente como un crecimiento tisular indoloro que aparece en un periodo de 0 a 12 días.

8- Mastitis quística crónica
Es un proceso patológico, muy común que produce nódulos únicos o múltiples difusos alrededor de ambas mamas, en ciertos casos, se limita a afectar un solo cuadrante. También causa un engrosamiento del tejido mamario circundante sin fijación de la lesión, con una marcada hipersensibilidad a la palpación.

9-Adenosis de la mama
Es una variante de la enfermedad quística crónica caracterizada por presentar pequeños lóbulos dispersos en las 2 mamas muy sensibles a la palpación. También presenta bordes en forma de disco alrededor del tejido mamario.

10- Cistosarcoma Phyllodes
es un tumor nodular de rápido crecimiento pero de consideración benigna. Aparece en mujeres ancianas o jóvenes. Su gran velocidad de crecimiento le aspecto inflamatorio al tumor y a veces se fija a la piel.

11- Sarcoma
Son tumores mesenquimales que surgen partir de tejido linfoide, fibroso y muscular cuyo diagnostico se hace por medio de la biopsia. Su tratamiento consiste en extirpación quirúrgica de la mama afectada.

12- Necrosis grasosa
Se produce en cualquier edad, principalmente en pacientes con mamas de gran volumen. Puede ser secundaria a un traumatismo. Sus características físicas se asemejan a las del carcinoma de mama por lo que suele confundirse con dicha patología.

13- Traumatismo de la mama
Se manifiesta clínicamente con hemorragia y hematoma de la mama afectada, así como por la formación de una masa hipersensible, edematizada, hinchada y equimosis.

14- Mastitis
Es un proceso inflamatorio del tejido mamario que frecuentemente aparece durante la lactancia, si se produce por microorganismos piógenos cursa con escalofríos, fiebre y sudoración. La mama afectada se muestra tumefacta, hipersensible y los ganglios axilares infartados.

15- Tuberculosis de la mama
Puede simular una mastitis quística o carcinoma en sus primeras etapas, regularmente también afecta los ganglios axilares, por lo que su diagnostico solo se realiza por biopsia o porque se detecta tuberculosis en otro órgano.

Fuentes bibliográfica:
Propedéutica quirúrgica, Dumphy & Botsford, Edición 4, Páginas 48-69
Atlas de Anatomia Humana , Frank Netter, Edicion 4, Lámina 182 y 184
Propedéutica Clínica y Semiología Médica, Llanio Navarro & Perdomo González, Páginas 38-40
Diagnóstico por Imagen Compendio de radiología clínica,Cesar Pedrosa & Rafael Casanova, Páginas 507-511



martes, 14 de febrero de 2012

Examen físico del cuello


El cuello es una estructura anatómica de forma cilíndrica, que se mantiene erguida durante la bipedestación y que guía los movimientos de la cabeza apoyándose en la columna cervical y la masa muscular que le rodea. Es una  estructura de gran importancia porque sirve de pasaje para el sistema vascular arterial y venoso, los vasos y ganglios linfáticos, el tubo digestivo y la vía aérea, ademas de alojar la glándula tiroides y paratiroides. Para su evaluación se utilizan la palpación, inspección y en algunos casos la auscultación.

La forma normal del cuello puede verse modificada por trastornos congénitos, como el síndrome de Klippel-Feil y el tortícolis congénito que provoca inclinación lateral de la cabeza. El síndrome mediastínico da lugar a una distensión venosa con circulación colateral y edema en esclavina. El higroma quístico se diagnostica por su ubicación lateral y translucidez a la iluminación. Los quistes branquiales, aparecen en el tercio superior del cuello, detrás del musculo esternocleidomastoideo y son palpables como una bolsa de agua a medio llenar. Los quistes tiroglosos se sitúan sobre el borde superior del cartílago tiroides, ascienden al propulsar la lengua hacia afuera. La tráquea se puede reconocer por la palpación, colocando el indice por encima de la horquilla esternal y sintiendo los anillos traqueales.




Arterias del cuello
En reposo solo pueden observarse leves latidos carotídeos, ademas en sujetos atléticos y delgados pueden percibirse latidos en otras áreas como la supraclavicular y supraesternal. Sin embargo estos latidos se intensifican durante estados hipercineticos como hipertiroidismo, hipertension arterial, síndrome febril, insuficiencia valvular aórtica y fistulas. Los aneurismas cervicales de subclavia o carótida se observan como latidos cervicales unilaterales.La disminución o ausencia de latidos carotideos palpables sueles implicar obstrucción ateroesclerótica, generalmente se acompaña de frémito cervical.

Examen de la glándula tiroides
Debe realizarse con el paciente sentado o de pie, con el tórax desnudo y buena iluminación. Se inicia con la inspección de los planos anterior, posterior y laterales del cuello, incluyendo la región submandibular, donde a veces puede encontrarse un nódulo, correspondiente a los restos embrionarios del conducto tirogloso. La inspección del cuello permite observar el itsmo del tiroides por debajo del cartílago cricoides, a nivel del segundo anillo traqueal. Debe comprobarse la posición de la traquea, colocando un dedo en el hueco supraesternal. La visualización lateral del cuello puede verificar la presencia de adenopatias o masas. La palpación de la glándula tiroides se inicia deslizando el pulpejo de los dedos sobre la superficie cutánea que corresponde al lugar donde esta ubicada la glándula, destacando cualquier anormalidad o hipersensibilidad. El médico se sitúa detrás del paciente reconociendo la topografía laríngea de arriba hacia abajo, tanto el cartílago tiroides y por debajo del cartílago cricoides usando los dedos indice y mayor de ambas manos. Debido a su pequeño tamaño y su ubicación rodeada de por los músculos esternocleidomastoideos, la tiroides generalmente no puede palparse, por lo que su palpación indica una hipertrofia patológica de la misma.





Fuente bibliográfica:
Semiología médica. Fisiopatología, Semiotecnia y Propedéutica - Enseñanza basada en el paciente; Argente & Alvarez, Páginas 300-303.

Examen físico de la cabeza



Esta evaluación se inicia revisando el cráneo, este examen permite reconocer anomalías de valor diagnóstico. En el hombre normal, la altura de la cabeza es de una octava parte de su talla, el cráneo normalmente debe tener forma ovalada en sentido anteroposterior, aunque varia de un individuo a otro. La macrocefalia o agrandamiento de la cabeza, adquiere importancia diagnóstica en la hidrocefalia, que corresponde al aumento del volumen del liquido cefalorraquídeo y en la enfermedad de Paget. En el caso opuesto, es decir, en la microcefalia o encogimiento de la cabeza se acompaña de un menor desarrollo del cerebro y déficit de las funciones mentales. De acuerdo a las relaciones entre las dimensiones anteroposterior y transverso del cráneo este se clasifica como: mesocefalia, para el cráneo de dimensiones normales, dolicocefalia, para el cráneo de apariencia alargada y braquicefalia, para el cráneo de corta envergadura, las cuales no tienen significado patológico por si mismas, sino que, mas bien son diferencias meramente anatómicas. El cráneo debe palparse en toda su extensión para detectar deformaciones y tumoraciones, que se producen como secuelas a procesos patológicos como: osteítis sifilítica, raquitismo, lipoma, hematomas y quistes dermoideos.

Pelo
En lo referente al pelo de la cabeza deben analizarse característica como su: cantidad, distribución, color y textura, por ejemplo: en el hipotiroidismo este se presenta seco y opaco, mientras que, es fino y abundante en el hipertiroidismo.

Frente
Al revisar la frente debe comprobarse la presencia de los pliegues transversales, los cuales se borran en individuos con parálisis facial periférica.

Cejas
Las cejas pueden perder su pelo en su totalidad en afecciones causantes de alopecia, mientras que, pueden perder parcialmente su pelo en patologías como hipotiroidismo y sífilis.

Párpados
Se deben examinar los párpados primeramente cerrados y luego abiertos. Pueden edematizarse fácilmente debido a la gran laxitud de su tejido celular subcutáneo, en casos de insuficiencia cardíaca, síndrome nefrótico, picadura de insecto. En el caso de traumatismo el edema se acompaña con hematoma. Se denomina ptosis, a la caída palpebral, debida a lesión del tercer par craneal y xantelasma a placas amarillentas que aparecen en la porción nasal de los párpados.

Ojos
La inspección de los ojos debe incluir un chequeo de la conjuntiva y la esclerótica, se realiza haciendo descender los dos párpados aplicando la yema del dedo indice en sus bases, la palidez de la conjuntiva es signo de anemia, mientras que la coloración amarillenta indica ictericia. La quemosis es el edema inflamatorio de la conjuntiva del bulbo ocular. La conjuntivitis, se presenta con enrojecimiento, dilatación vascular, secreción mucosa y purulenta acompañada de dolor. La hemorragia subconjuntival, se presenta como un área rojiza, que en varios días de vuelve amarillenta y desaparece sin ningún otro síntoma. El anillo de Kayser Fleischer es una banda verdosa de 2 a 3 mm de ancho causada por la acumulación de cobre en la enfermedad de Wilson. El cristalino debe observarse a través de la pupila en busca de opacidades grisáceas, causadas por cataratas. Las pupilas normales son centrales, circulares y simétricas, se denomina discoria a la irregularidad de los bordes de la pupila, ectopia es la ubicación excéntrica de la pupila, acoria es la ausencia de la pupila y policoria la existencia de varias pupilas.







Nariz
Puede presentar anomalías debido a distintas patologías como: la sífilis, que provoca hundimiento de la base de la misma, el hipotiroidismo causa ensanchamiento y el mongolismo, acortamiento de la nariz. Se examina su parte anterior pidiéndole al paciente que incline la cabeza hacia atrás y levantando la punta con el dedo pulgar valiéndose de una buena iluminación. En la rinitis aguda y resfriado común, la mucosa se torna enrojecida y tumefacta, mientras que en la rinitis alérgica se presenta engrosada y pálida. Los pólipos nasales suelen estar ubicados en el meato medio, con apariencia gelatinosa, blanda y grisácea. La perforación del tabique nasal por inhalación de cocaína o traumatismos, se presenta como una perdida de la continuidad. La palpación de esta área se efectúa con los pulgares ejerciendo presión     ligera sobre los senos paranassales, cuando existe sinusitis resulta dolorosa y en algunos casos presenta     rnorrea.


Boca
El examen de la boca debe comenzar por los labios, la palidez de los mismos indican anemia, mientras que la cianosis es evidente en dichos órganos. El herpes simple, provoca una erupción dolorosa en los labios y la piel cercana, suele curarse de manera espontanea en 10 o 12 días. El chancro sifilítico, puede presentarse como lesión primaria en el labio y también en el piso de la boca, debe diferenciarse del carcinoma de labio que mayormente afecta el labio inferior, como una placa engrosada y ulcerada. La ránula es una tumefacción quística, generada por la obstrucción de una glándula salival, que afecta principalmente a la sublingual. Después de los labios, se revisan las encías, la gingivitis se caracteriza por el enrojecimiento y tumefacción de las encías, que también sangran con facilidad. El épulis es un tumor localizado en borde externo de la arcada alveolar, por lo general inflamatorio, en ocasiones neoplásico. El ribete de Burton es una linea negro-azulada de las encías a unos milímetros de sus margenes, que aparece en la intoxicación por plomo o bismuto.


Lengua
Debe inspeccionarse en toda su extensión, indicando al paciente que abra la boca, para poder observar el dorso de la lengua, luego se le pide que saque la lengua y la eleve, haciéndola poner en contacto con el paladar para poder observar el piso de la boca, si se detecta una lesión sospechosa se colocan guantes y tomando la punta de la lengua con una gasa para llevarla a los dos lados y palparla con la mano libre. En el hipertiroidismo la lengua se halla agrandada,en las hipovitaminosis, se presenta lisa y sin papilas. en algunos tratamientos antineoplasicos, presenta aspecto negruzco. En la leucoplasia, la lengua se observa con una placa blanca engrosada y seca.

Amígdalas
Se observan haciendo que el paciente pronuncie enérgicamente el sonido "aaah", con un depresor lingual de madera y descartable, se deprime la lengua, para observar la pared posterior de la faringe. En la faringitis viral, la pared posterior de la faringe se muestra enrojecida, mientras que, en la faringitis estreptocócica, se presenta este patrón acompañado por placas de exudado blanquecino purulento.


Glándulas salivales
En el caso de las parótidas y submaxilares estas pueden palparse. La hipertrofia de la parótida es evidente en la inspección como una tumoración visible y palpable por fuera y hacia atrás de la rama ascendente de la mandíbula, este agrandamiento es bilateral en la parotiditis epidémica y unilateral e indoloro en el cáncer de parótida. La tumefacción de la parótida puede ocurrir por litiasis del conducto de Stenon.
Oído
Las orejas pueden sufrir alteraciones congénitas en tamaño y forma, en ellas también puede observarse la cianosis con facilidad en sus lóbulos. En caso de que exista dolor o supuración de los oídos, se debe tirar el pabellón auricular hacia arriba y abajo y presionar sobre el trago, el dolor indica otitis externa aguda, mientras que la sensibilidad al presionar un punto medio de la zona retroauricular indica otitis media. Con el otoscopio, debe revisarse el conducto auditivo externo, en búsqueda de secreciones, cuerpos extraños o enrojecimiento de la mucosa.. La agudeza auditiva se puede reconocer en forma aproximada, provocando un chasquido suave con los dedos frente al conducto auditivo externo y se lo aleja hasta que el paciente deje de oírlo. Con un diapasón se hace vibrar suavemente y se coloca en el centro de la frente, si la audición es normal se oye en forma simétrica a ambos lados, si hay hipoacusia unilateral, la intensidad del sonido aumenta hacia el oído afectado, si es de conducción, mientras que, si es neurosensorial disminuye en el oído afectado, esta maniobra se denomina prueba de Weber. Con otra prueba llamada de Rinne, se coloca un diapasón, que vibra suavemente sobre la apófisis mastoides, cuando dejan de percibirse se lleva frente al conducto auditivo externo y se lo debe percibir nuevamente.







Fuente bibliográfica:
Semiología médica. Fisiopatología, Semiotecnia y Propedéutica - Enseñanza basada en el paciente; Argente & Alvarez, Páginas 287-299.