miércoles, 11 de abril de 2012

Examen físico del recto

Posición

Es posible realizar esta evaluación colocando al paciente en las siguientes posiciones:

1- Posición de Sims: consiste en posicionar al paciente en decúbito lateral, normalmente hacia el lado izquierdo, con las 2 piernas flexionadas a nivel de las caderas y rodillas.



2- Litotomía: colocando al paciente en decúbito dorsal con los 2 miembros inferiores flexionados y separados.


3- De pie: pero con el paciente inclinado hacia adelante, apoyando sus manos sobre la camilla.

4- Genupectoral: en la que el paciente se apoya sobre las rodillas y codos.



5- De cuclillas: especialmente útil para detectar trastornos como el prolapso rectal.



Inspección

En esta etapa del examen se revisa el estado de la piel de la región anal, la presencia o ausencia de humedad o lesiones como hemorroides externos, fisuras, fistulas, papilomas o condilomas. Es recomendable contar con una linterna para lograr una correcta iluminación. Si se sospecha la presencia de un prolapso rectal, pólipos o hemorroides internos se le pide al paciente que puje para tratar de evidenciar estas condiciones.

Palpación 




Esta fase se realiza con las manos enguantadas y con el dedo índice debidamente lubricado con vaselina. Luego se introduce el dedo con precaución y de manera que no produzca molestias innecesarias al paciente. Al iniciar la palpación se debe apreciar el tono del esfínter anal, cuya disminución se relaciona con lesiones neurológicas principalmente en pacientes ancianos. Por otra parte, las fisuras y hemorroides pueden resultar extremadamente dolorosos a la palpación. Los abscesos perianales se perciben como una zona abultada y dolorosa.

Luego de introducir el dedo se debe apreciar la condición de la ampolla rectal, tanto en sus paredes, como el contenido de heces fecales. En los hombres se palpa la próstata en la pared anterior, mientras que, en las mujeres se encuentra el cuello uterino en dicha posición. Es imprescindible percatarse de la existencia de estrechamiento o endurecimiento de las paredes de la ampolla, que pueda sugerir algún crecimiento tumoral.

La glándula prostática normalmente es palpable como una nuez con aproximadamente unos 4 centímetros de diámetro. Se pueden en ella distinguen dos lóbulos laterales separados por un surco medio. La superficie normal es lisa y con consistencia de caucho. En ocasiones se puede palpar a las vesículas seminales un poco más arriba que la próstata. En individuos con más de 40 años de edad la próstata puede hallarse hipertrófica debido a un proceso benigno llamado adenoma prostático. En cambio, cuando se palpa una estructura nodular y dura de forma irregular debe sospecharse un proceso maligno como el cáncer.

Las heces normalmente se observan al retirar el guante como un material blando, de color marrón. En cambio, si el color es negruzco, se debe sospechar sangrado procedente de la parte alta del tubo digestivo; mientras que si se acompaña de sangre roja, el sangrado podría ser bajo; cuando la deposición es pálida, es reflejo de la falta de pigmentos biliares de los pacientes ictéricos con trastornos biliares. Aunque se observe un aspecto normal en la heces, debe efectuarse una prueba para la detección de sangre oculta en la deposición.

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